Ella no hizo mas que acuchillarle las vértebras..
Esa tarde celgadis hizo crecer una vena bien ardiente
Dentro de su cuello.
En que lugar no había estado ella?
(Se preguntaba, entre las curas y los dolores)
Esa tarde se hacia de noche,
La luna inmensa supo amanecer mas temprano
Ella lo esperó en el balcón de siempre, lo esperaba
Ansiosa su crudeza quería salir al mundo
Y cristalizar los oídos de quien estuviera escuchándola
Celgadis estaba enfrente, y empezaron a rodar gotas
Sus ojos permanecieron enteros y orgullosos durante unos minutos
En esa frialdad solo lloraban sus manos,
Que fueron mutando en grises caricias arrepentidas
Sus labios daban arcadas por haber besado su cuello tibio
Y sus pies querían correr lo más lejos posible, se enfermaban
La primer lagrima se llamó brujería..
La segunda injusticia
Y las demás se mezclaban entre, vulgaridades, dolores, y espinas
Dame un tiempo.. Le susurró el engaño
Celgadis lo escuchó, pudo ver la falsedad en su alma de vidrio
No dijo mas nada, no sabia defenderse en las rachas sensibles
Solo le dio un beso en una mejilla ahogada de lágrimas
Yo no lo merezco, se dijo, y le dijo
Y se fue, crudo, invalido de amor, solitario bajó las escaleras
Su soledad lo estaba esperando allá abajo
En el embudo del desamor, con un abrigo hecho de impotencia
No hay más amores para los muertos por primera vez
Le dijo ceros, ceros lo visitaba de vez en cuando
Cuando mataban a alguien, y esa noche murió el verano,
Juntos con sus latidos salados que se apropiaban de toda esa miel
Tengo un violín para vos, dijo
Tengo un reloj de arena
Y un pozo helado al que no se le puede ver el fondo
Celgadis eligió el pozo, vamos por partes
Jaja,
Ambos rieron, hubo un silencio, se miraron y lloraron
En el silencio, murió celgadis
Esa tarde celgadis hizo crecer una vena bien ardiente
Dentro de su cuello.
En que lugar no había estado ella?
(Se preguntaba, entre las curas y los dolores)
Esa tarde se hacia de noche,
La luna inmensa supo amanecer mas temprano
Ella lo esperó en el balcón de siempre, lo esperaba
Ansiosa su crudeza quería salir al mundo
Y cristalizar los oídos de quien estuviera escuchándola
Celgadis estaba enfrente, y empezaron a rodar gotas
Sus ojos permanecieron enteros y orgullosos durante unos minutos
En esa frialdad solo lloraban sus manos,
Que fueron mutando en grises caricias arrepentidas
Sus labios daban arcadas por haber besado su cuello tibio
Y sus pies querían correr lo más lejos posible, se enfermaban
La primer lagrima se llamó brujería..
La segunda injusticia
Y las demás se mezclaban entre, vulgaridades, dolores, y espinas
Dame un tiempo.. Le susurró el engaño
Celgadis lo escuchó, pudo ver la falsedad en su alma de vidrio
No dijo mas nada, no sabia defenderse en las rachas sensibles
Solo le dio un beso en una mejilla ahogada de lágrimas
Yo no lo merezco, se dijo, y le dijo
Y se fue, crudo, invalido de amor, solitario bajó las escaleras
Su soledad lo estaba esperando allá abajo
En el embudo del desamor, con un abrigo hecho de impotencia
No hay más amores para los muertos por primera vez
Le dijo ceros, ceros lo visitaba de vez en cuando
Cuando mataban a alguien, y esa noche murió el verano,
Juntos con sus latidos salados que se apropiaban de toda esa miel
Tengo un violín para vos, dijo
Tengo un reloj de arena
Y un pozo helado al que no se le puede ver el fondo
Celgadis eligió el pozo, vamos por partes
Jaja,
Ambos rieron, hubo un silencio, se miraron y lloraron
En el silencio, murió celgadis
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