26/8/07

17 minutos antes..




No te metas en mi vulgaridad gris, no rompas mi esperma infinito de llantos, no te alegres de rociarme con tus colores..
No me olfatees tan inmundo en el tren, si estás tan ausente de vos, no me corrijas, no señales la basura en mis dientes, no te sometas una vez mas a fallecer frente a mis ojos, no derrumbes tus guirnaldas de inocencias amoníacas..
No insultes mi pereza por vivir, no maltrates mi tan húmeda presencia, no te tomes el amanecer como los tipos de un boliche...no drogues la poca monta de mis días..
No me subestimes a lastimar tus ojos, detrás del iris
No te molestes en plantarme tus lágrimas...

(17 minutos antes)

El chico, se hizo compañero (como cuando uno no puede llegar a definir amistad), del frío que se instalaba en los huesos, si salía a recorrer sus metros de ciudad..
Era asfalto, era madrugada, era un carta que llevaba en sus manos, eran las clemencias que se hizo una vez mas, una ultima vez mas, era un llanto amarrado entre dos iniciales..

Plantó su hoja en una grieta de la esquina..

Y ella le dijo:-

No te molestes en plantarme tus lagrimas..


No me molesta…
lo haría saber que hice lluvia vana

sobre su hermoso nombre..

Plantaré mis lagrimas en cada esquina que me traigas, ciudad


hasta que tus edificios sean sus muñecas,

y el cielo tiña a las ventanas, con el color de sus ojos..

1 comentario:

natalia dijo...

Hay ojos que siempre pueden llevar los colores de los cielos... Los cielos de todos los lugares...

Un abrazo.