Su botella..

Sostenía el mundo en la palma, más bien entre las eses de su palma,
Ella formaba eses por sus silencios, las emes se había fugado hacía ya siglos..
Entretenía su mirada con los pajarracos de las plazas, y se iba lejos
a volar, a soñar, a delirar cuentos de cuentos, llenos de bosques de lianas y canciones enviolinadas para arrancar su cabeza..
Le molestaban los fiolos, y la sucia noche donde aterrizaban a su amiga (bella señorita de loco andar, y traumados finales)..
No sabía corregir, no sabía decirse nada que la arrastrara a la vida,
creía en magos, duendes, y príncipes que olvidaban sus principios azules envolviéndola de dolores negros con espinas de aloe..
hiere, después cura, después seca y vuelve a herir..
su tiempo se veía como parásitos que siempre le dieron miedo..

Ella escribió, ¨el tiempo era antes que este mundo un vagabundo sin cuerpo¨, y lanzó su botella a las nubes… algún día caería..
ese día ya no habría tiempo, y su pecho florecería como un pino amarillo que ella adoraba de muy chica..
Dejaría de latir, dejaría sus relojes..
Dejaría de ser pasajera.. sería niña otra vez, tan eterna..

Salió a salir, a mirar sus pajarracos mensajeros, que no traían nada
Uno, uno sin pico, ni cola, ni alas.. traía su botella, y se dejó a los pies de un hombre que estaba abrazando sus rodillas..

Él se levantó, abrió la botella, y le dijo quisiera ver tus manos
Ella las mostró y sus eses eran emes,
al igual que la única letra que estaba escrita en el mensaje

Alzó sus ojos, y los segundos dejaron de latir..